martes, 25 de junio de 2024

Decreto a los padres (constelaciones familiares)


 Cortar los lazos negativos del pasado.

Los padres siempre quisieron lo mejor para nosotros e hicieron lo mejor que pudieron.

Sin embargo han cometido errores, de los que no se dieron cuenta.

Reconocer ésto  nos permite entenderlos y a la vez entendernos a nosotros mismos.


Imagina a tus padres y diles:

"Gracias por la vida que me dieron. Los amo pero es hora de devolverles la preocupación por mi, porque tengo mi propia vida y tengo que vivirla de la mejor manera.

Les devuelvo los miedos que tuvieron por mí porque no me pertenecen.

Tengo derecho a vivir mi vida con confianza en mi mismo/a y a seguir mi propio camino.

Sé que sus anhelos fueron que yo fuera feliz y alcanzara todos mis objetivos.

Por lo tanto, a partir de ahora mismo  tengo toda la confianza en mi mismo/a para lograr lo que desee."


❤Cierra este decreto y quédate con la imagen de este encuentro lleno de amor y respeto hacía tus padres

y de la tranquilidad que produce la disolución de los dilemas del pasado.❤


Aceptar que hicieron lo que pudieron, darles gracias y dejarlas ir.

Eso es inteligencia en acción.

Porque tienes derecho a tu propia vida.

Anclarse en la queja y la demanda es quedarse en el pasado.

No puedes seguir poniendo cosas en una caja que ya está llena...

Vacía la caja repleta de cosas, limpiala de lazos negativos, corta con tu tijera mental las cintas que te atan a creencias familiares, antíguas y desgastadas.

Y empieza a vivir sin miedo, sin reproches y sin reclamos...CORTA LA RELACIÓN CON TUS FAMILIARES HIRIENTES.


Amalos pero aléjate si ya no suman, no todas las madres y los padres aman y defienden a sus hij@s de la misma manera algunos solo luchan por sus ideales personales, hay familias tan hirientes y dañinas que la distancia se convierte el único remedio para sanar.

Hay ti@s enloquecidas que vuelcan en nosotros su ira,

su rencor y sus heridas, hay padres a quienes no les importamos ni antes, ni ahora, ni nunca, hay herman@s crueles, abusivos, violentos y que se creen con derecho sobre nosotros.

Hay familiares que traicionan que roban, hablan mal, chismorrean y envidian lo nuestro, hay familiares que quieren verte bien, pero jamás querrán verte mejor

que ellos, que se reúnen para hablar mal de ti y entre ellos consolarse haciéndote ver a ti como el malo de la pelicula, que hacen bandos para desacreditarte, pensando que así son mejores que tu.

Hay hij@s que no aman a sus propios padres, que son groseros, que están con ellos porque les conviene y para obtener alguna ganancia, hay familias sólo están para nosotros cuando les conviene y para seguir usándonos en nombre de la sangre que nos une, es importante hacer una reflexión dejemos también de romantizar la familia, la pareja, los padres, los hermanos, necesitamos crecer, evolucionar,

sanar... poner límites.

Es necesario ver la sombra, el lado oscuro de nuestro arbol y tener la fortaleza para alejarnos de lo que nos ha dañado, tenemos que ser nuestra prioridad y dejar de sufrir por familiares (padres, herman@s, ti@s, abuel@s, etc) que solo nos roban la energía, cada quien que se haga cargo de su vida, reconocelos y perdónalos, pero no formes parte de sus heridas, su ira, su abandono, su hipocresía, su manipulación.

LOS AMO A TODOS...      PERO ME NECESITO SANA.

El sentimiento de culpabilidad, según Winnicott, es un mecanismo de defensa, que intenta proteger la integridad personal contra el mundo externo. De este modo, el individuo se encapsula en una creencia que se instala como única verdad y pone velos para no ver más de lo que puede soportar.


Cualquier verdad sostenida de esta manera, con el tiempo se resquebraja a causa del desgaste y la falta de credibilidad para sí mismo y los demás.


El movimiento contradictorio, que se manifiesta de manera inesperada y que impulsaría a un cambio de perspectiva, no depende totalmente de la voluntad, sinó también de factores inconscientes, que el individuo no puede expresar a causa de desconocerlo.


Solo es posible trabajar este sentimiento destructivo e inútil, tomando consciencia y conectándose con su interior, rico de conocimiento y sabiduría, a través del hilo conductor de la intuición y deshacer el nudo de la culpa, que lo tiene atado a creencias que bloquean el desarrollo personal y colectivo.❤ Respira. Deja fluir y confía.

Las cosas se acomodan solas, sin tu ayuda. Abandona el control. Lo que es de otros, no te pertenece.

Concéntrate en tu propia luz. Mirá el interior de tu corazón. Allí se abren las puertas a tu sabiduría ancestral.

Emana las influencias del pasado, las creencias negativas y toma en el presente la enseñanza que te permite seguir adelante.

Paso a paso, todo fluye hacía tu propia evolución.

Eres luz y la oscuridad desvanece a medida que avanzas hacía ella.

Tu consciencia se expande y la sanación trabaja.

Eres libre por naturaleza.

Deja fluir y perdona. Nada te pertenece.

Solo eres tu y tu propia vida.

No hay error, todo es perfecto porque todo tiene un sentido. Nada es casual y todo es causal.

Respira... Deja fluir... y confía... ❤"

Como tratamos a la madre, así nos tratará la VIDA.


Quién está en conexión y armonia con su madre BRILLA.


Quien rechaza a su madre, generalmente también rechaza a una pareja.


Quién se cree superior a su madre, inconscientemente no se permite una vida plena.


Quien no respeta a su madre, tampoco lo hará con su pareja.


Es inútil trabajar sobre la relación de pareja mientras uno de los dos no está en armonía con su madre.


No nos permitiremos abrazos ni vínculos amorosos , fluir en armonia  si el vínculo con la madre está roto.


No podemos permitimos vivir toda una vida desde el  resentimiento por nuestra propia percepcion que no nos dió amor, nos bandonó, maltrato, humilló.


Todo lo que recriminas de ella, la vida se encargará que lo veas en ti y en tus relaciones amorosas o proximas.


Tu Madre fue el canal de tu existencia, sin duda tuvo una vida más dura, más difícil , más solitaria que lo que tu puedes comprender.


Ella tal vez no tuvo el nivel de consciencia que tienes tú, ni la oportunidad de sanar.


Tú eliges romper el patrón doloroso o repetir el mismo programa.


Desconoces muchos de sus dolores y miedos.


Cambia los patrones de pensanientos que por generaciones ha causado conflictos emocionales.


Cuando trabajas en sanar el vinculo con la madre, todas tus relaciones comienzan a fluir incluyendo la pareja, exito, la salud, la mirada de tus hijos, son energías que fluyen con el vínculo de nuestra madre.


Sanar a la madre es tomar conciencia que siempre nos amo, como ella aprendió.


Bert Hellinger en su libro

"Órdenes de la ayuda",

dice:


"El primer desorden en la ayuda

comienza cuando uno pretende

dar lo que no tiene y otro quiere

tomar lo que no necesita.


O cuando uno espera y exige

de otro lo que éste no le puede

dar porque no lo tiene.


O también, cuando uno no debe

dar, ya que asumiría

en lugar de otro algo

que sólo éste puede o

debe llevar o hacer.


Así, pues, el dar y el tomar

tienen límites.

Percibir esos límites, y respetarlos,

forma parte del arte de la ayuda.


Lo que no hemos recibido

no seremos capaces de dar,

y muchas veces

no dar es la mejor

forma de ayudar.


Todo obstáculo que tienes en tu vida está ligado a un punto de tu historia familiar  ya sea actual u ancestral.

Encuentra tu camino y tu bienestar descubriendo en tu linaje familiar el dolor que espera ser resuelto.

Si resuenas con este llamado de consciencia, comunicate conmigo.


Bert Hellinger descubrió tres principios básicos en los sistemas familiares que llamó los Órdenes del Amor, que son:


La Pertenencia: Todo el que nace en una familia pertenece y tiene un lugar en la familia, más allá de su actos.


El Orden: El que llega primero va primero, si tomamos el lugar que no nos corresponde creamos un desorden en el sistema familiar.


El Dar y recibir: Siempre debe haber un equilibrio entre el dar y el recibir, entre el dar y tomar.


Cuando no se cumplen los Ordenes del Amor en la familia, se crean dinámicas inconscientes que van a llevar a las nuevas generaciones a repetir o representar historias de desamor, de sufrimiento o de fracaso, así como patrones negativos o síntomas, que seguirán apareciendo, generación tras generación, hasta que alguien tome conciencia y pueda restablecer de nuevo equilibrio en el sistema familiar, con orden, inclusion y reconciliación.


El respeto de las fuerzas del Amor permite que el orden retorne a la familia y así, el vinculo sagrado entre ellos florece, donde los hijos son hijos, los padres son padres y los abuelos son abuelos, cada quien en su correcto lugar.


Así se renueva la buena convivencia entre los miembros de la familia, con respeto y comunicación, regresa la paz y la alegría, y de nuevo nos sentimos que pertenecemos, que tenemos nuestro lugar y nos sentimos en casa.

      EL CUENTO DE LA LIBÉLULA


Del libro «Cuentos para crecer y curar» de Michel Dufour


«En el fondo de un viejo estanque vivía un grupo de larvas que no comprendían por qué cuando alguna de ellas ascendía por los largos tallos de lirio hasta la superficie del agua, nunca más volvía a descender donde ellas estaban.


Se prometieron una a otra que la próxima de ellas que subiera hasta la superficie, volvería para decirles a las demás lo que le había ocurrido.


Poco después, una de dichas larvas sintió un deseo irresistible de ascender hasta la superficie.


Comenzó a caminar hacia arriba por uno de los finos tallos verticales y cuando finalmente estuvo fuera se puso a descansar sobre una hoja de lirio. Entonces experimentó una transformación magnifica que la convirtió en una hermosa libélula con unas alas bellísimas.


Trató de cumplir su promesa, pero fue en vano.


Volando de un extremo al otro de la charca podía ver a sus amigas sobre el fondo.


Entonces comprendió que incluso si ellas a su vez hubieran podido verla, nunca habrían reconocido en esta criatura radiante a una de sus compañeras.


El hecho de que después de esa transformación que llamamos muerte, no podamos ver a nuestros amigos o familiares, ni comunicarnos con ellos, no significa que hayan dejado de existir…


No están aquí, se fueron a otro lugar para cuidarnos desde allí con una vista diferente. 

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