miércoles, 14 de noviembre de 2018

Alas, Líneas de Integración y Desintegración, Zona Sana y Menos Sana

Si bien, tradicionalmente el Eneagrama nos enseña que el Eneatipo se adquiere a temprana edad y luego se mantiene a lo largo de nuestra vida, también se nos dice que podemos evolucionar dentro de nuestro Eneatipo desde una variante menos sana hacia una más sana, ganando así libertad a la hora de manifestar las características del número, aunque no cambiar de número.


También tiene movimientos de integración y de desintegración, que están representados en el símbolo del Eneagrama mediante los rayos que forman el triángulo y la estrella interna.
Además, cada Eneatipo puede entenderse como un híbrido de sus números vecinos.

Alas: moviéndonos sobre el círculo.

Cada Eneatipo se puede relacionar con sus dos vecinos inmediatos, llamados ALAS, a los cuales se llega al moverse sobre el círculo. Las alas nos sirven para individualizar los nueve tipos (más generales) del eneagrama.
Cada ala es un subtipo del tipo general. Conocer las alas nos permite centrar mejor los problemas que hemos de enfrentar en el camino espiritual.

El Eneatipo 1 tiene las alas 2 y 9.

El Eneatipo 2 tiene las alas 1 y 3.

El Eneatipo 3 tiene las alas 2 y 4.

El Eneatipo 4 tiene las alas 3 y 5.

El Eneatipo 5 tiene las alas 4 y 6.

El Eneatipo 6 tiene las alas 5 y 7.

El Eneatipo 7 tiene las alas 6 y 8.

El Eneatipo 8 tiene las alas 7 y 9.

El Eneatipo 9 tiene las alas 8 y 1.


Esto significa que cada Eneatipo puede compartir características de sus números vecinos, esto ocurre a veces en forma de polaridades como la huida del eneatipo 2 de la seriedad del eneatipo 1 o como similitudes como el sentido de carencia que comparten el eneatipo 4 y 5.

No somos personalidades puras, sino seres complejos llenos de matices: cambiamos, evolucionamos, somos grandes en algunos aspectos y pequeños en otros. Nuestra psiquis no tiene un desarrollo parejo en todos sus aspectos, las alas del Eneagrama explican en parte este hecho.

Cabe destacar que cuando los números 1, 2, 4, 5, 7 y 8 se inclinan a sus alas lo hacen hacia un Eneatipo perteneciente a una Tríada diferente a la que él pertenece.

El número 1 perteneciente a las Tríada del instinto, cuando se inclina hacia su ala 2, está incorporando a su personalidad características de la Tríada del sentimiento, enriqueciendo su personalidad, por el contrario cuando se inclina hacia el número 9, lo hace hacia otro Eneatipo de su misma Tríada, reforzando ciertos aspectos que le son comunes a ambos números y que caracterizan su Tríada.

En cambio los número 3, 6 y 9, pertenecientes a los vértices del triángulo que configura el Eneagrama, son números centrales de sus Tríadas, razón por la cual sus dos alas, tanto la de la izquierda como la de la derecha, pertenecen a sus mismas Tríadas.

El número 9, centro de la Tríada del instinto, tiene la posibilidad de inclinarse a los números 8 y 1, ambos Eneatipos de la misma Tríada, es por esto que estas personalidades son conocidas como primarias.


Líneas de Integración y Desintegración



Otra opción de movimiento en el Eneagrama es a través de los rayos internos que atraviesan el círculo, estas líneas pueden ser líneas de integración, cuando nos llevan a integrar el aspecto más sano de un número, o líneas de desintegración, cuando nos llevan a adoptar el lado menos sano del mismo. Las líneas de integración, nos muestran como enriquecemos nuestra personalidad cuando estamos plenos y relajados y las líneas de desintegración, nos muestran como actuamos cuando estamos estresados.

Si miramos la figura del Eneagrama podemos ver que cada número está conectado a otros dos a través de un par de líneas que cruzan el círculo, estas son precisamente las líneas de integración y desintegración.

Líneas de Desintegración        Líneas de Integración

El número 1 se integra al 7 y se desintegra al 4.

El número 2 se integra al 4 y se desintegra al 8.

El número 3 se integra al 6 y se desintegra al 9.

El número 4 se integra al 1 y se desintegra al 2.

El número 5 se integra al 8 y se desintegra al 7.

El número 6 se integra al 9 y se desintegra al 3.

El número 7 se integra al 5 y se desintegra al 1.

El número 8 se integra al 2 y se desintegra al 5.

El número 9 se integra al 3 y se desintegra al 6.


En la descripción de cada número se detalla cómo se comporta cada Eneatipo al integrarse y desintegrarse.


Variante Sana y Variante Menos Sana

Cada Eneatipo puede manifestar su personalidad desde su lado más sano hasta lo que he llamado su lado menos sano. Por ejemplo el Eneatipo 1, puede manifestar su apego a la perfección de manera muy constructiva, impregnando todo su quehacer de una sana y admirable excelencia, o bien puede vivirlo desde su lado menos sano, transformándose en una persona obsesivamente perfeccionista y sobre exigente con los demás.

En este contexto podríamos decir que sano es sinónimo de libertad.

Según la etapa en que nos encontremos en nuestras vidas podemos vivir nuestro Eneatipo en su variante más sana o en su variante menos sana, existiendo entre ambas una continuidad de múltiples posibilidades donde podemos ubicarnos.

Cuando vivimos esclavos de nuestra personalidad, lo que estamos limitando al máximo es nuestra libertad de ser quienes realmente deseamos ser, convirtiéndonos en personas reactivas, que actúan como una marioneta dirigida por su tirano ego, el que nos domina moviendo hilos de temores, frustraciones, enojos y sed de ser valorizados. Cuando ganamos libertad, en cambio, escogemos actuar de acuerdo a nuestras más altas intenciones, esas con las cuales somos capaces de conectarnos cuando nos sentimos plenos y en paz.


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