Si bien, tradicionalmente el
Eneagrama nos enseña que el Eneatipo se adquiere a temprana edad y luego se
mantiene a lo largo de nuestra vida, también se nos dice que podemos
evolucionar dentro de nuestro Eneatipo desde una variante menos sana hacia una
más sana, ganando así libertad a la hora de manifestar las características del
número, aunque no cambiar de número.
También tiene movimientos de
integración y de desintegración, que están representados en el símbolo del
Eneagrama mediante los rayos que forman el triángulo y la estrella interna.
Además, cada Eneatipo puede
entenderse como un híbrido de sus números vecinos.
Alas: moviéndonos sobre el círculo.
Cada Eneatipo se puede relacionar
con sus dos vecinos inmediatos, llamados ALAS, a los cuales se llega al moverse
sobre el círculo. Las alas nos sirven para individualizar los nueve tipos
(más generales) del eneagrama.
Cada ala es un subtipo del tipo
general. Conocer las alas nos permite centrar mejor los problemas que hemos de
enfrentar en el camino espiritual.
El Eneatipo 1 tiene las alas 2 y 9.
El Eneatipo 2 tiene las alas 1 y 3.
El Eneatipo 3 tiene las alas 2 y 4.
El Eneatipo 4 tiene las alas 3 y 5.
El Eneatipo 5 tiene las alas 4 y 6.
El Eneatipo 6 tiene las alas 5 y 7.
El Eneatipo 7 tiene las alas 6 y 8.
El Eneatipo 8 tiene las alas 7 y 9.
El Eneatipo 9 tiene las alas 8 y 1.
Esto significa que cada Eneatipo
puede compartir características de sus números vecinos, esto ocurre a veces en
forma de polaridades como la huida del eneatipo 2 de la seriedad del eneatipo 1
o como similitudes como el sentido de carencia que comparten el eneatipo 4 y 5.
No somos personalidades puras, sino
seres complejos llenos de matices: cambiamos, evolucionamos, somos grandes en
algunos aspectos y pequeños en otros. Nuestra psiquis no tiene un desarrollo
parejo en todos sus aspectos, las alas del Eneagrama explican en parte este
hecho.
Cabe destacar que cuando los números
1, 2, 4, 5, 7 y 8 se inclinan a sus alas lo hacen hacia un Eneatipo
perteneciente a una Tríada diferente a la que él pertenece.
El número 1 perteneciente a las Tríada del instinto, cuando se inclina hacia su ala 2,
está incorporando a su personalidad características de la Tríada del
sentimiento, enriqueciendo su personalidad, por el contrario cuando se inclina
hacia el número 9, lo hace hacia otro Eneatipo de su misma Tríada, reforzando
ciertos aspectos que le son comunes a ambos números y que caracterizan su
Tríada.
En cambio los número 3, 6 y 9,
pertenecientes a los vértices del triángulo que configura el Eneagrama, son
números centrales de sus Tríadas, razón por la cual sus dos alas, tanto la de
la izquierda como la de la derecha, pertenecen a sus mismas Tríadas.
El número 9, centro de la Tríada del
instinto, tiene la posibilidad de inclinarse a los números 8 y 1, ambos
Eneatipos de la misma Tríada, es por esto que estas personalidades son
conocidas como primarias.
Líneas
de Integración y Desintegración
Otra opción de movimiento en el
Eneagrama es a través de los rayos internos que atraviesan el círculo, estas
líneas pueden ser líneas de integración, cuando nos llevan a integrar el
aspecto más sano de un número, o líneas de desintegración, cuando nos llevan a
adoptar el lado menos sano del mismo. Las líneas de integración, nos muestran
como enriquecemos nuestra personalidad cuando estamos plenos y relajados y las
líneas de desintegración, nos muestran como actuamos cuando estamos estresados.
Si miramos la figura del Eneagrama
podemos ver que cada número está conectado a otros dos a través de un par de
líneas que cruzan el círculo, estas son precisamente las líneas de integración
y desintegración.
Líneas de Desintegración
Líneas de Integración
El número 1 se integra al 7 y se
desintegra al 4.
El número 2 se integra al 4 y se
desintegra al 8.
El número 3 se integra al 6 y se
desintegra al 9.
El número 4 se integra al 1 y se
desintegra al 2.
El número 5 se integra al 8 y se
desintegra al 7.
El número 6 se integra al 9 y se
desintegra al 3.
El número 7 se integra al 5 y se
desintegra al 1.
El número 8 se integra al 2 y se
desintegra al 5.
El número 9 se integra al 3 y se
desintegra al 6.
En la descripción de cada número se
detalla cómo se comporta cada Eneatipo al integrarse y desintegrarse.
Variante
Sana y Variante Menos Sana
Cada Eneatipo puede manifestar su
personalidad desde su lado más sano hasta lo que he llamado su lado menos sano.
Por ejemplo el Eneatipo 1, puede manifestar su apego a la perfección de manera
muy constructiva, impregnando todo su quehacer de una sana y admirable
excelencia, o bien puede vivirlo desde su lado menos sano, transformándose en
una persona obsesivamente perfeccionista y sobre exigente con los demás.
En este contexto podríamos decir que
sano es sinónimo de libertad.
Según la etapa en que nos
encontremos en nuestras vidas podemos vivir nuestro Eneatipo en su variante más
sana o en su variante menos sana, existiendo entre ambas una continuidad de
múltiples posibilidades donde podemos ubicarnos.
Cuando vivimos esclavos de nuestra
personalidad, lo que estamos limitando al máximo es nuestra libertad de ser
quienes realmente deseamos ser, convirtiéndonos en personas reactivas, que
actúan como una marioneta dirigida por su tirano ego, el que nos domina
moviendo hilos de temores, frustraciones, enojos y sed de ser valorizados.
Cuando ganamos libertad, en cambio, escogemos actuar de acuerdo a nuestras más
altas intenciones, esas con las cuales somos capaces de conectarnos cuando nos
sentimos plenos y en paz.
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