EL
PENSADOR
EL
INNOVADOR
EL
ESPECIALISTA
EL
RADICAL
EL
EXPERTO
EL
OBSERVADOR
“El primer acto de percepción
profunda consiste en quitar las etiquetas.” EUDORA WELTY
“Los conceptos físicos son
creaciones libres de la mente humana y no están, aunque lo parezcan,
determinados exclusivamente por el mundo externo.” ALBERT EINSTEIN
“Para ser maestro en cualquier rama
del conocimiento es necesario dominar aquellas que le son contiguas, y así,
para saber algo hay que saberlo todo.” OLIVER WENDELL HOEMES
“Puesto que no podemos ser
universales y saber todo lo que hay que saber de todo, deberíamos saber un poco
de todo.” PASCAL
► MIEDO BÁSICO: Ser impotente,
inútil, incapaz (abrumado).
► DESEO BÁSICO: Ser capaz y competente.
► MENSAJE DEL SUPERYÓ: «Vales o
estás bien si eres experto en algo».
EL TIPO CEREBRAL, PENETRANTE,
PERCEPTIVO, INNOVADOR, RESERVADO Y AISLADO
«¿Que pasa aquí?»
«¿ Y si lo intentamos de otra
manera?»
Hemos llamado el investigador a
este tipo de personalidad porque, más que cualquiera de los demás tipos, los
Cinco desean descubrir por qué las cosas son como son. Desean entender por qué
funciona el mundo, ya se trate del cosmos, el mundo microscópico, los reinos
animal, vegetal y mineral o el mundo interior de su imaginación. Siempre están
investigando, haciendo preguntas y ahondando en las cosas. No aceptan opiniones
ni doctrinas recibidas; sienten una fuerte necesidad de examinar por sí mismos
la verdad de todas las suposiciones.
John, diseñador gráfico, explica
este enfoque de la vida:
“Ser Cinco significa tener la
constante necesidad de aprender, de asimilar información sobre el mundo. Un día
sin aprender es un día sin luz del sol. Como Cinco, deseo entender la vida; me
gusta tener una explicación teórica de por qué las cosas ocurren como ocurren.
Esta comprensión me hace sentir al mando, en cabeza. Con mucha frecuencia
aprendo desde la distancia, como observador, no como participante. A veces me
parece que entender la vida vale tanto como vivirla. Es un viaje difícil aprender
que la vida hay que vivirla, no sólo estudiarla.”
Tras esta implacable búsqueda de
conocimiento se ocultan profundas inseguridades respecto a ¡su capacidad para
funcionar bien en el mundo. Los Cinco creen que no tienen la capacidad para
hacer las cosas tan bien como los demás. Pero en lugar de ocuparse
directamente en las actividades que podrían fortalecer su seguridad en sí
mismos, «retroceden» en sus mentes hasta donde se sienten más capaces. Creen
que desde la seguridad de sus mentes finalmente entenderán cómo se hacen las
cosas para algún día volver al mundo.
Dedican muchísimo tiempo a observar
y contemplar, a escuchar los sonidos del viento o de un sintonizador, o a tomar
apuntes sobre las actividades del hormiguero del jardín. Cuando se sumergen en
sus observaciones, comienzan a interiorizar sus conocimientos y adquieren una sensación
de seguridad en sí mismos. También podrían tropezarse con una nueva e
interesante información o hacer combinaciones nuevas y creativas (tocar una
pieza de música basándose en grabaciones de sonidos del viento y el agua).
Cuando logran verificar sus observaciones, o ven que otros comprenden su
trabajo, su competencia queda confirmada y se cumple su deseo básico («Sabes de
qué hablas»).
Así pues, los Cinco valoran
muchísimo el conocimiento, el entendimiento y la percepción, porque su
identidad se forma en torno a generar ideas y a tener algo insólito e ingenioso
que decir. Por ese motivo, no les interesa explorar lo que ya se conoce y está
bien establecido; lo que atrae su atención es lo insólito, lo no visto, lo
secreto, lo oculto, lo extraño, lo fantástico, lo inaudito, lo impensable.
Explorar territorio desconocido, saber algo que los demás no saben o crear algo
que nadie ha experimentado jamás, les permite tener un espacio para ellos que nadie
más ocupa. Creen que ensanchar ese espacio es la mejor manera de lograr la independencia
y la seguridad en sí mismos.
Así, por su propia seguridad y por
su autoestima, necesitan tener por lo menos un campo en el que posean el
grado de pericia que les permita sentirse capaces y conectados con el mundo.
Piensan: «Encontraré algo que sea capaz de hacer muy bien y entonces podré
hacer frente a los retos de la vida. Pero no ha de haber otras cosas que me distraigan
o me estorben». Por lo tanto se concentran intensamente en aquello que son
capaces de dominar y de lo que puedan estar seguros. Podría ser el mundo de las
matemáticas, el del rock and roll, la música clásica, la mecánica de
coches, la ciencia ficción, los relatos de terror o un mundo totalmente
inventado en su imaginación. No todos los Cinco son eruditos o doctores en filosofía,
pero según su grado de inteligencia y los recursos disponibles, se concentran intensamente
en lo que cautiva su interés.
Para bien o para mal, los temas o
campos que exploran no dependen de la validación social; en realidad, si los
demás concuerdan con sus ideas con demasiada facilidad, temen que sus ideas
sean demasiado vulgares o comunes. La historia está llena de personas Cinco
famosas que han trastocado los modos aceptados de entender y hacer las cosas
(Darwin, Einstein, Nietzsche). Sin embargo, son muchos
más los Cinco que se han extraviado en las rebuscadas complejidades de sus
procesos de pensamiento, convirtiéndose en simples excéntricos o aislados
sociales.
Esa intensa concentración los puede
conducir a descubrimientos e innovaciones extraordinarias, pero cuando la
personalidad está más fijada, también les crea problemas contraproducentes.
Esto se debe a que, sin darse cuenta, su concentración los distrae de sus problemas
prácticos más urgentes. Sean cuales fueren las causas de su ansiedad
(relaciones, falta de fuerza física, incapacidad para encontrar empleo,
etcétera), los Cinco de la franja media tienden a no encarar esos problemas; en
lugar de hacerles frente, buscan otra cosa que los haga sentir más competentes.
Lo irónico es que al margen del grado de especialización que adquieran en su
campo, no resuelven así sus inseguridades más básicas respecto a su funcionamiento
en el mundo. Por ejemplo, una bióloga marina tipo Cinco podría aprender todo lo
que hay que saber acerca de un género de crustáceos, pero si su miedo es que
nunca será capaz de llevar bien su casa, no habrá resuelto con eso su ansiedad
de fondo.
Enfrentar directamente los asuntos
físicos los amedrenta muchísimo.
Lloyd es un biólogo que trabaja en
un importante laboratorio de investigación médica: “Desde que era niño me han
amedrentado los deportes y la actividad física vigorosa, y los he evitado
siempre que ha sido posible. Nunca fui capaz de subir por las cuerdas en clase
de gimnasia, dejé de participar en deportes tan pronto pude y todavía me
incomoda el olor de un gimnasio. Al mismo tiempo, siempre he tenido una vida
mental muy activa. Aprendí a leer a
los tres años y en el colegio
siempre era uno de los mejores alumnos en las asignaturas académicas”.
Así pues, pasan gran parte de su
tiempo coleccionando y desarrollando ideas y habilidades porque creen que así
se sentirán más seguros de sí mismos y preparados. Es como si quisieran retener
todo lo que han aprendido para llevarlo siempre en la cabeza. El problema es
que mientras están absortos en ese proceso no se relacionan con los demás o ni
siquiera desarrollan muchas otras habilidades prácticas y sociales. Dedican
cada vez más tiempo a coleccionar y ocuparse de sus colecciones y cada vez
menos a las cosas relacionadas con sus verdaderas necesidades.
Por lo tanto, el reto para los Cinco
es comprender que pueden dedicarse a cualquier interrogante o problema que les
encienda la imaginación y a la vez mantener relaciones, cuidar bien de sí
mismos y hacer todo aquello que define una vida sana.
LA PAUTA INFANTIL
Ten presente, por favor, que la pauta infantil que describimos aquí no es causa del tipo de personalidad. Más bien describe las tendencias que observamos en la primera infancia y que tienen una influencia importante en las relaciones del tipo en su edad adulta.
Los Cinco suelen decir que cuando
eran niños no se sentían seguros en sus familias; temían ser abrumados por sus
padres, y por eso comenzaron a buscar algo que les permitiera sentirse seguros
y confiados. Primero se apartaron de su familia, se retiraron a su espacio
privado, mental, física y emocionalmente. Después desviaron la atención de sus necesidades
personales y emocionales para centrarla en algo «objetivo».
Los niños Cinco pasan mucho tiempo
solos; son niños callados que no suelen jugar con los demás; prefieren ocupar
la mente y la imaginación leyendo, practicando con un instrumento musical,
jugando con un ordenador, coleccionando insectos o plantas, o entreteniéndose
con juegos de tablero o con experimentos químicos. Es común encontrar niños
Cinco que están excepcionalmente avanzados en ciertos aspectos (ortografía y
matemáticas, por ejemplo), pero que se niegan a probar otras actividades
básicas (montar en bicicleta o ir a pescar, por ejemplo). La familia, sobre
todo los padres, deseosa de que su hijo sea más «normal», lo presiona para que
participe en actividades sociales; por lo general estos intentos encuentran una
fuerte resistencia.
Aunque muy inteligente, Michael se
sintió aislado en su infancia, y castigado de diversas formas por sus dotes
intelectuales, incluso por sus padres:
“Antes de los ocho años tenía
alergias y muchas infecciones en las vías respiratorias que me obligaban a
quedarme en casa y faltar a clases. Por lo tanto, tenía mucho tiempo para leer
y pasaba menos tiempo jugando con los demás chicos. No tenía buena coordinación
y, en todo caso, no me apetecía hacer lo que la mayoría de los otros deseaban.
Y así empezaron a llamarme el ratón de biblioteca borde y con mocos.”
Si bien la imaginación del tipo
Cinco puede ser un manantial de creatividad y autoestima, vivir exclusivamente
allí le refuerza la ansiedad respecto a sí mismo y al mundo. Los niños Cinco no se limitan tan sólo a ver
el mundo que los rodea con sorprendente claridad; también desarrollan ideas
respecto a él en sus mentes, facultad que, para bien o para mal, tendrá profundas
repercusiones después.
Masón, arquitecto y planificador de
la comunidad, recuerda las difíciles experiencias que finalmente lo llevaron a
refugiarse en su mente:
“Era el menor de cinco hijos de un
padre ciego y una madre bondadosa que estaba demasiado ocupada en sustentar a
sus hijos y a su marido para pasar algún tiempo conmigo. Una de mis hermanas,
celosa, me decía una y otra vez que yo era una aberración, que nadie me deseaba
ni quería, que debería morirme o marcharme. Yo vivía mi vida como si eso fuera
cierto y tenía relaciones ambivalentes con mis padres y hermanos. Simplemente
agaché la cabeza y creé mi mundo, y fantaseaba viéndome como el jefe de ese mi
mundo inventado.”
Así, los Cinco no esperan nada de
los demás, tan sólo que los dejen en paz para dedicarse a sus intereses, sin
que les molesten exigencias ni necesidades de nadie, y mucho menos necesidades
emocionales; es como si dijeran: «No pido mucho de ti si tú no pides mucho de mí».
Independencia, o tal vez más exactamente no intromisión, es lo que
buscan los Cinco para así lograr la seguridad y la sensación de que están al
mando de sus vidas.
La no intromisión también les da
tiempo para desarrollar algo «para aportar» cuando por fin se sienten
preparados para conectar con los demás. Por ejemplo, un Cinco podría aprender a
tocar el piano ante todo porque le gusta y le permite estar un tiempo solo;
también refuerza su autoestima y le da un hueco en la familia. La música es un
puente de unión en potencia, pero también una manera de desaparecer: en lugar
de hablar con una persona, puede tocar el piano para ella.
Desde el punto de vista psicológico,
los Cinco están estancados en la fase infantil de separación, el periodo
comprendido entre los dos y los tres años y medio, cuando aprenden a actuar
independientemente de sus madres Por los motivos que sean, los niños Cinco
creían que la única manera de ser independientes era obligarse a no desear
cariño ni contacto emocional con sus madres. Así, a temprana edad,
aprendieron a desconectarse de los dolorosos sentimientos de necesidad y anhelo
permaneciendo en sus mentes. Lloyd especula acerca de lo que causó esa
desconexión: “Desde que tengo memoria me he sentido desconectado de mi madre.
Antes de nacer yo tuvo dos experiencias que le rompieron el corazón. Se casó
con un hombre que fue incapaz de consumar el matrimonio y lo atribuyó a su
apariencia y falta de atractivo; después resultó que era homosexual y trataba
de aparentar que era heterosexual.
Después se casó con mi padre (que
era bueno, digno de confianza y sosegado) y tuvieron un hijo que murió a los
tres días de nacer. Pasados dos años y dos abortos espontáneos, nací yo. Creo
que después de todo eso mi madre fue incapaz de darme totalmente su corazón.”
Aprender a desconectarse del cariño,
incluso a no desearlo, se convierte en una forma de defenderse de más heridas y
frustraciones. Esto adquiere mucha importancia para los Cinco adultos y explica
su renuencia a involucrarse más emocionalmente con otras personas. Salir de la
seguridad de la mente para volver a ocupar el cuerpo y los sentimientos es
volver a experimentar la primera frustración y la angustia de sus yo bebés.
Esos sentimientos sobrepasan por entero la capacidad de centrar su mente (la
base de la seguridad en sí mismos) y por lo tanto se defienden fuertemente de
ellos. Incluso desear demasiado algo vulgar podría trastocar su seguridad
interior; por lo tanto, los Cinco adultos van por la vida evitando las cosas
que más desean, reprimiendo sus deseos y buscando placeres sucedáneos en sus
intereses, aficiones y creatividad.
LOS SUBTIPOS ALAS
EL CINCO CON ALA CUATRO: EL
ICONOCLASTA
Ejemplos:
David Lynch, Stephen King, Glenn Gould, Georgia
O'Keeffe, Joyce Carol Oates, Sinead O'Connor, Merce Cunningham,
LilyTomlin, Tim Burton, Kurt Cobain, VincentVan Gogh.
Sano. En
este subtipo se combinan la curiosidad y la facultad perceptiva con el deseo de
expresar una visión personal única. Estas personas son más emotivas,
introspectivas y creativas que las Cinco con ala Seis. Buscan un espacio que no
haya sido explorado por otros, algo que pueda ser verdaderamente propio. Sin
orientación científica, suelen ser solitarios creativos que combinan la pasión
con la objetividad. Son caprichosos e ingeniosos: sus trabajos de bricolaje
pueden llevar a sorprendentes innovaciones; con frecuencia atraídos por las
artes, usan más la imaginación que las partes analítica y sistemática de su
mente.
Medio. Aunque en primer lugar se identifican con su mente, las
personas de este subtipo se ven ante fuertes sentimientos que podrían crearles
dificultades para continuar sus tareas y para trabajar con otros. Son más
independientes que las del otro subtipo y se resisten a que les impongan
estructuras. Sus intereses se dirigen hacia lo surreal y fantástico, que no a
lo racional ni a lo romántico: es fácil que queden absortas en sus paisajes
cerebrales; suele costarles mantener los pies en la tierra y son poco prácticas
en la consecución de sus intereses.
Es posible que se sientan atraídas
por temas misteriosos o prohibidos o por lo perturbador o grotesco.
EL CINCO CON ALA SEIS: EL SOLUCIONADOR
DE PROBLEMAS
Ejemplos:
Stephen Hawking, Bill Gates, Doris Lessing, Bobby
Fisher, Laurie Anderson, Brian Eno, Jane Goodall, Isaac Asimov, Amelia
Earhart, Charles Darwin.
Sano. La
observación, combinada con la organización y el detalle, da a las personas de
este subtipo la capacidad de sacar conclusiones importantes de hechos varios y
hacer predicciones basadas en esas conclusiones. Buscan un espacio que les dé
seguridad y que encaje en un contexto más amplio. Suelen atraerles los temas
técnicos, la ingeniería, la ciencia y la filosofía, así como los trabajos de
invención y bricolaje. Saben ser cooperadores, disciplinados y perseverantes, y
les interesan más los asuntos prácticos que a las personas del otro subtipo.
Suelen combinar el talento para la innovación con conocimientos empresariales, a
veces con resultados muy lucrativos.
Medio. Siendo
tal vez el más puramente intelectual de todos los subtipos, a estas personas
les interesan las teorías, la tecnología y recoger datos y detalles. Analistas
y evaluadores del entorno, disfrutan diseccionando los componentes de un
problema para descubrir cómo resolverlo. En extremo moderadas y reservadas en
sus sentimientos, dirigen más la atención a las cosas que a las personas,
aunque se identifican mucho con las personas importantes de su vida. No
particularmente introspectivas, prefieren observar y entender el mundo que las rodea.
Tal vez les guste más discutir que a los que pertenecen al otro subtipo, y
defienden más sus puntos de vista. Tienden a ser agresivas y a oponerse
activamente a las personas que no están de acuerdo con ellas.
LAS VARIANTES INSTINTIVAS
EL INSTINTO DE CONSERVACIÓN EN EL
CINCO
Aislamiento y valla de protección. En la franja media, los Cinco auto-conservadores
intentan lograr independencia y separación reduciendo sus necesidades. Muy
conscientes de su gasto de energía, consideran qué actividades y búsquedas van
a emprender y si tienen recursos interiores suficientes para llevarlas a cabo;
si no, abandonan esa actividad. También conservan sus energías y recursos para
no necesitar demasiado a los demás, y tratan de tomar lo menos posible del
entorno. Por lo tanto, es probable que sean muy reservados y protectores de su hogar
y de su lugar de trabajo.
Los Cinco auto-conservadores son los
verdaderos solitarios del eneagrama; les encanta la soledad y, por lo general,
evitan el contacto social. Fácil mente se sienten abrumados por la gente, sobre
todo en reuniones de grupo Aunque pueden ser amigables y conversadores, son lentos
para entabla i amistad y las actividades sociales suelen agotarlos; después
necesitan estar un tiempo en su espacio hogareño para recargar las baterías. Es
posible que les ofenda muchísimo que les impongan expectativas. Suelen
encontrar formas de reducir al mínimo sus necesidades para poder vivir con
menos dinero evitar así que esto les obstaculice su independencia y la soledad.
De las variantes del tipo Cinco son los más desligados emocionalmente. Si bien
pueden ser acogedores con sus amigos e íntimos, en general tienden a
distanciarse en lo emocional y les cuesta muchísimo expresar sus sentimientos
por otras personas.
En la franja insana, los Cinco
auto-conservadores podrían convertirse en ermitaños excéntricos, capaces de
hacer cualquier cosa por evitar el contacto social. El aislamiento los conduce
a un modo de pensar distorsionado y a ideas de ilusorias. Podrían tener
tendencias paranoides, sobre todo si tienen ala Seis.
EL INSTINTO SOCIAL EN EL CINCO
El especialista. En la franja media, los Cinco sociales se relacionan y encuentran un
hueco social gracias a su conocimiento y a su pericia. Les encanta considerarse
maestros de sabiduría y desean hacerse indispensables mediante su campo
particular de maestría (la única persona de la oficina que sabe arreglar el
ordenador, por ejemplo). Son los más intelectuales de este tipo, y suelen
atraerles los estudios académicos, las ciencias y formas de chamanismo.
Representan el papel social del
chamán, el sabio que vive al margen de la tribu y conserva los conocimientos
secretos. Les gusta hablar de temas de peso y de teorías complejas, pero por lo
general no les interesa la cháchara social. Se relacionan con los demás
discutiendo ideas, criticando a la sociedad y analizando las tendencias.
Los menos sanos se tornan incapaces
de hablar de temas que no estén relacionados con su especialidad. Emplean la
información que han reunido a modo de fichas en el tablero de negociaciones,
como forma de ejercer poder. Podrían tener ambiciones sociales en el sentido de
desear formar parte de la élite intelectual o artística. Prefieren no «perder
el tiempo» con aquellos que no comprenden su trabajo.
En la franja insana, los Cinco
sociales tienden a expresar opiniones exageradas y provocativas. Suelen ser
anárquicos y antisociales, se mofan de la raza humana considerándola nada más
que una manada de estúpidos. Es posible que desarrollen extrañas teorías sobre
la realidad y la sociedad, pero, a diferencia de los Cinco auto-conservadores, están
resueltos a exponerlas a los demás.
EL INSTINTO SEXUAL EN EL CINCO
Este es mi mundo. En la franja media, la indiferencia y la evasión
características de los Cinco chocan con el deseo de intensa conexión propio de
la variante sexual. A los Cinco sexuales les
gusta revelar información secreta a
sus íntimos («Esto no se lo he dicho a nadie»). Pero siempre experimentan
cierto grado de tensión entre el deseo de seguir a las personas que los atraen
y sus dudas respecto a sus habilidades sociales. Así pues, se sienten
impulsados a relacionarse intensamente, aunque muchas veces con angustia, y
tienen la tendencia a retirarse en cualquier momento, casi sin aviso. Son más
afables y conversadores que las otras dos
variantes instintivas del tipo
Cinco, pero pueden sorprender y consternar a los demás cuando de pronto se
retiran y desaparecen durante largos periodos. Cuando tienen un interés romántico
en alguien, son muy comunicativos y compenetrados, más parecidos a los Nueve.
En cambio, cuando se sienten
subvalorados o incomprendidos se distancian rápidamente. Los intensos contactos
con los demás alternan con largos periodos de aislamiento.
La combinación del instinto sexual
con el intelecto produce una potente imaginación. Los Cinco sexuales se crean
realidades alternativas, «mundos» particulares de diversos tipos, que presentan
a posibles íntimos. Buscan a la pareja ideal, la pareja para toda la vida, que
no se enfríe a causa de sus rarezas («¿Te asusta esta intensidad?»). Su fuerte
sexualidad les da el ímpetu para arriesgarse a conectar emocionalmente y
también les proporciona un descanso de su constante actividad mental; se
convierte en una forma de enlazar con la realidad. Pero en los Cinco menos
sanos, la combinación de imaginación y sexualidad se volvería oscura y fetichista:
podrían sumirse en perturbadores sueños y fantasías.
En la franja insana, la nostalgia
del amor perdido y los sentimientos de rechazo podrían conducir a los Cinco
sexuales a comportamientos auto-destructivos. Suelen interesarse por estilos de
vida peligrosos y sentirse atraídos hacia las capas más bajas de la sociedad.
LAS DIFICULTADES PARA CRECER DE LOS
CINCO
Los siguientes son problemas que la
mayoría de las personas tipo Cinco experimentarán en algún momento de sus
vidas. Observar estos comportamientos, «sorprendernos en el acto», y simplemente
ver nuestras reacciones subyacentes habituales a lo que nos presenta la vida harán
mucho para liberarnos de los aspectos negativos de nuestro tipo.
Expresión clave: SANO
Nivel 1: Participador, visionario.
Abandonan la creencia de que están
al margen del entorno como observadores externos, y así son capaces de
participar con confianza en la vida. Paradójicamente, también logran su deseo
básico, es decir, ser capaces, competentes y aptos para vivir en el mundo.
Entonces adquieren claridad mental, conocimiento profundo y compasión.
Nivel 2: Observador, perceptivo.
Centran la atención en su entorno
con el fin de sentirse seguros para funcionar en él, y desarrollan las
habilidades para defenderse de su miedo básico. Imagen propia: «Soy
inteligente, curioso e
independiente».
Nivel 3: Centrado, innovador.
Refuerzan su imagen dominando
conocimientos o habilidades que
los hagan competentes y fuertes. No
desean competir con otros, prefieren explorar nuevas ideas y formas. Sus
«chapuzas» podrían producir ideas muy originales, invenciones y arte.
MEDIO
Nivel 4: Conceptualización, preparación.
Comienzan a temer que sus
habilidades son insuficientes y que
necesitan prepararse más para ocupar
su lugar en el mundo. Se
sienten inseguros de sí mismos en
muchos aspectos y prefieren vivir en la seguridad de sus mentes. Estudian,
practican, acumulan más conocimientos, recursos y técnicas.
Nivel 5: Desligado, obsesionado.
Les inquieta que las necesidades de
los demás los distraigan de sus proyectos, por lo tanto se protegen de las
«intrusiones» intensificando la actividad mental. Reducen al mínimo sus necesidades
y se vuelven nerviosos, cerebrales y furtivos. Pasan más tiempo solos,
especulando e imaginando realidades alternativas.
Nivel 6: Extremado, provocativo.
Creen que los demás amenazan el
espacio que se han creado, de
modo que tratan de mantener a raya a
las personas. Les molesta la
aparente seguridad y calma de los
demás y gozan trastocándoles sus creencias. Pueden tener ideas raras y
perturbadoras, y desprecian a quienes no las entienden.
INSANO
Nivel 7: Nihilista, Excéntrico.
Temen ser incapaces de encontrar un
lugar en el mundo, y este temor podría ser fundado- Para adquirir cierta
seguridad cortan toda
relación con el mundo, aislándose en
un mundo cada vez más vacío. Rechazan todo aparte de las necesidades más
básicas, pero siguen acosados por temores.
Nivel 8: Terror, Delirio.
Se sienten tan pequeños e impotentes
que casi todo lo encuentran
amenazador; los acosan negras
fantasías y extrañas percepciones.
Rehúsan toda ayuda; se apartan de la
gente y se sumergen en
pesadillas febriles e insomnio. No
pueden desactivar la mente sobreexcitada.
Nivel 9: Búsqueda del olvido, aniquilación.
Al creer que ya no pueden defenderse
del sufrimiento y el terror,
desean escapar de la realidad. Es
posible que lo hagan mediante
crisis psicóricas o un
ensimismamiento esquizoide. También podrían intentar escapar suicidándose.
LA LLAMADA A DESPERTAR PARA EL TIPO
CINCO:
RETIRADA A LA MENTE
Siempre que se sienten abrumados por
personas o circunstancias, al instante y por reflejo los Cinco se desconectan
de sus sentidos y emociones y se retiran a sus mentes. En realidad, así tratan
de encontrar un ángulo seguro desde el cual evaluar con más objetividad su
situación. Cuando entran así en sus cabezas, se desconectan directamente de
su experiencia y se dedican más a sus comentarios mentales sobre la
experiencia. Convierten las experiencias en conceptos y tratan de
encajarlos en su anterior visión de la realidad. Por ejemplo, un psicólogo
Cinco podría estar conversando agradablemente con una amiga y de pronto comenzar
a considerar los pensamientos y sentimientos de ella bajo la luz de una
determinada estructura psicológica en lugar de escucharla; una escritora Cinco
podría pasarse la mayor parte de sus vacaciones tomando notas mentales sobre el
lugar, en preparación de una novela, en lugar de relajarse y disfrutar de su
estancia o viaje.
RECONEXION CON EL MUNDO
Pasea la mirada por la habitación en que estás y en tu diario de trabajo
interior haz una lista de todas las cosas en que no te habías fijado hasta este
momento. Observa qué no habías visto o habías pasado por alto. ¿Cuántas cosas,
colores, irregularidades o características de la habitación logras encontrar
ahora? Cuando estamos presentes lo vemos todo, pero cuando estamos dentro de la
cabeza no vemos mucho.
Puedes practicar este ejercicio siempre que estés en un lugar que no
conocías. Pero primero debes hacerte presente sintiéndote tú y sintiendo tu
respiración.
Después mira tu mundo como si nunca lo hubieras visto antes. Si eres
Cinco, puedes hacer este ejercicio para reconectar con el mundo y «activar» tu
llamada a despertar; si no eres Cinco, sabrás mejor qué es ser uno.
Con el tiempo, las ideas, los
comentarios y las asociaciones mentales de los Cinco comienzan a ensamblarse en
lo que hemos llamado mecano interior. Este mecano podría convertirse en su
realidad dominante, el filtro a través del cual experimentan el mundo; su
principal pasatiempo sería ir añadiendo nuevas ideas, reconstruir viejas y ver
cómo se pueden armar o ensamblar las diferentes partes de esta estructura
mental. Dado que siempre consiguen sacar ideas nuevas, esto se convierte en una
potente forma de reforzar su autoestima y defender su identidad. Pero enfocar
totalmente la atención en el mecano interior los lleva a abstraer y conceptualizar
el mundo en lugar de experimentarlo, y esto los conduce a su vez, inevitablemente,
a desconectarse de su orientación esencial. En palabras sencillas, jugar con ideas
les da una sensación temporal de seguridad en sí mismos, pero no una solución a
sus problemas reales en el mundo real.
EL PAPEL SOCIAL: EL EXPERTO
A medida que aumenta su inseguridad,
les resulta cada vez más difícil relacionarse con los demás si no es a través
del papel de expertos. Debido a su miedo básico (de ser impotentes e incapaces),
desean sentirse más confiados y crearse un espacio propio. Esto lo hacen conociendo
información que nadie de su círculo sabe (por ejemplo, las sutilezas del
ajedrez o los aspectos más arcanos de la astrología, o del eneagrama, si es el
caso). También podrían crearse una zona de creatividad que es exclusivamente
suya. Sin embargo, saber mucho de ajedrez no es suficiente si otras personas de
su círculo adquieren ese mismo conocimiento; los Cinco de la franja media
sienten la necesidad de superar a todos en la comprensión del juego o, si no,
encontrar otro juego, tal vez alguno misterioso al que jugaban los incas o
alguno de ordenador terriblemente complicado.
Mientras dedican más tiempo a sus
actividades, tienen conciencia también de que hay muchos aspectos de la vida
que no dominan. Ser un brillante físico o un magistral escritor de novelas de
terror no compensa no saber cocinar o conducir un coche o no lograr tener una
buena relación. Las actividades físicas y los deportes son motivo de vergüenza
para ellos; son recordatorios de que hay cosas que son incapaces de dominar.
También podrían descartar las actividades sociales y otros aspectos de las
relaciones; una chica Cinco podría salir con un chico, pero si la experiencia
la hace sufrir de alguna manera, es posible que necesite años para decidirse a
correr otro riesgo. Si no transforman este comportamiento, el mundo de los
Cinco se reduce a las muy pocas actividades en que se sienten seguros.
¿QUÉ FORTALECE REALMENTE LA
SEGURIDAD EN UNO MISMO?
Observa tu dependencia de ciertos campos de interés. ¿Cómo te hace
sentir contigo mismo la maestría en ese campo? ¿Cómo te sienta relacionarte con
los demás sin hablar de las cosas que dominas? ¿Hay otros aspectos de tu vida
que descuidas y que te causan vergüenza o ansiedad? ¿Te encierras en tu zona de
pericia excluyendo el desarrollo en algunos de esos otros aspectos o campos?
AVARICIA Y SENSACIÓN DE PEQUEÑEZ
«Llenar el disco duro.»
La pasión de los Cinco (su «pecado
capital») es la avaricia, determinada distorsión emocional que es
consecuencia de sentirse pequeños e incapaces de defenderse en el mundo. El
miedo los impulsa a refugiarse en sí mismos y la avaricia los impulsa a acaparar
los recursos que tienen a su disposición, por mínimos que sean. Se sienten como
si no tuvieran mucho en sí mismos para moverse o actuar y como si las
necesidades de los demás Rieran a agotarlos fácilmente.
En realidad, los Cinco están entre
los menos materialistas de los tipos y son felices con muy pocas comodidades;
sin embargo, son avaros con su tiempo, con su energía y sus recursos.
Codician conocimiento y medios para
mejorar sus habilidades y su pericia. Además, dado que creen que deben pasar la
mayor parte de su tiempo desarrollando sus ideas e intereses, no quieren que
nadie les ocupe demasiado tiempo o atención. Se sienten incapaces e impotentes,
y por ello creen que deben acumular y conservar todas las cosas que hacen que
se sientan capaces y seguros. Podrían dedicarse a coleccionar diarios o
revistas, o recopilar artículos o libros sobre los pocos temas que les
interesan, o coleccionar discos, de vinilo y compactos, hasta tener la casa a
rebosar.
Suelen sentirse abrumados por las
expectativas de los demás. Además, dado que fácilmente se sienten avasallados,
aprenden a protegerse apartándose emocionalmente de las personas.
Mark es un especialista en
informática que posee un encantador sentido del humor y una conmovedora
sinceridad. Lleva muchos años felizmente casado, pero todavía tiene problemas con
estas cosas:
“Mi madre tuvo dos hijos antes que a
mí; uno nació con problemas de piel facial y el otro murió en accidente en su
pubertad. Cuando nací yo, predominaba la idea de que había que sobre-protegerme
y cuidarme. Por desgracia, nada era sólo mío; mis padres tenían que saber dónde
estaba, qué hacía, en qué me metía, todo lo que había en mi cuarto, etcétera.
Muy pronto aprendí a retirarme y a refugiarme en mi mente. Ahí me liberaba de
esa intrusión que formaba parte de mi vida diaria. Nadie podía entrar allí a menos
que yo lo permitiera, y eso no ocurría nunca. Al comienzo de mi adolescencia comencé
a resistirme abiertamente, volviéndome más reservado, furtivo y frío. Hasta el
día de hoy, continúo emocionalmente distante con mis padres, y también con los demás.”
INCAPACIDAD DE LLEVAR A CABO:
MODALIDAD DE PREPARACIÓN
«Necesito más tiempo.»
Los Cinco de la franja media suelen
quedarse atrapados en lo que llamamos modalidad de preparación. Reúnen y
acumulan información o practican indefinidamente sin sentirse jamás preparados
del todo para pasar a la acción. El perfeccionamiento y el análisis los
empantana tanto que no ven el bosque por culpa de los árboles. Jamás se
sienten preparados para arriesgar su reputación, como un pintor que vive
pintando y que no se decide a exponer, o el universitario que estudia
una carrera tras otra y que no desea dejar de ser estudiante.
Estas personas no son necesariamente
conscientes de la ansiedad subyacente; lo más frecuente es que crean que no han
concluido su proyecto y necesitan más espacio y tiempo para perfeccionarlo.
Puesto que gran parte de su autoestima depende de sus proyectos, sienten mucha
ansiedad ante la idea de que rechacen o invaliden su trabajo. Pero esa perpetua
necesidad de prepararse más puede estancarlos durante años. Un día podrían
despertar y darse cuenta de que no han vivido su vida, sólo se han estado
preparando.
En un sentido fundamental, los
paraliza un repetitivo mensaje del superyó que les dice: «Vales o estás bien si
dominas algo». Pero ¿cuánto conocimiento se necesita para dominar algo?
¿Quién o qué les dice que han
alcanzado la maestría y pueden pasar a la acción? ¿Cómo se sostiene esa
maestría?
Morgan reconoce el elevado precio
que ha pagado por ese comportamiento en su vida:
“Durante muchos años me esforcé en
ser compositor de canciones, y ahora, al mirar hacia atrás, me doy cuenta de
que muchas personas encontraban bastante buenas mis canciones; pero yo nunca
estaba convencido. Me entretenía en ellas indefinidamente.
O la melodía no era interesante, o
el estribillo era demasiado sensiblero o esa frase demasiado manida. Peor aún,
no escribía ninguna canción y me pasaba los días «estudiando», escuchando
música de otras personas para inspirarme y comprender.
Incluso cuando estaba con otros
músicos que podrían haberme ayudado a presentar mi música, siempre dudaba mucho
en tocarla para ellos o pedirles que ellos la tocaran.
Trataba de darme ánimo diciéndome
que con ese proceso sería mejor músico y que algún día sería realmente bueno.
Desperdicié muchos años así.”
PONER POR OBRA LAS IDEAS
Eres más eficaz cuando dejas de perfeccionar conceptos y los pones en
práctica. Siempre que tengas ocasión, busca personas con las que puedas
comentar tus ideas. Un grupo de compañeros creativos o intelectuales que se
interesen por tu trabajo puede ayudarte a poner las cosas en funcionamiento.
Además, aunque no te guste la colaboración, esta puede serte muy útil para no
desplomarte en la modalidad de preparación.
SEPARACIÓN Y RETIRO
«¿No hay riesgo en salir?»
Los Cinco son los más independientes
e idiosincrásicos de los tipos de personalidad; son los que podríamos llamar
con más propiedad solitarios e incluso inadaptados. Esto no significa que
siempre deseen estar solos, ni que no sean excelente compañía cuando están con
otros.
Cuando encuentran a alguien cuya
inteligencia e interés respetan, son conversadores y sociables, porque les
gusta compartir sus ideas y descubrimientos con alguien que valore lo que dicen.
Esa disposición a hablar de sus conocimientos, sin embargo, no es lo mismo que comunicar
información sobre sí mismos.
A diferencia de los Cuatro, que
aunque se sienten extraños ansían ser aceptados, los Cinco no se angustian
conscientemente por no conectar con la gente; están resignados a ello, y
centran la atención en otra cosa, pensando que el aislamiento es inevitable: la
vida es así (la película de Tim Burton Eduardo Manos-tijeras describe a
la perfección la vida emocional interior de un Cinco). Reprimen muchísimo sus
necesidades y deseos emocionales; claro que sufren a pesar de sus defensas,
pero son capaces de desconectarse de sus sentimientos de soledad para poder funcionar.
Richard, próspero empresario,
remonta la causa de su reserva emocional a su infancia:
“Creo que gran parte de mi
personalidad reservada podría atribuirse a mi falta de relación o bien con mi
padre, que era militar y estuvo lejos durante gran parte de mi infancia, o con
mi madre, que estaba más interesada en su vida social que en las necesidades de
su cuarto hijo. Según la historia familiar, yo fui un «accidente», y mi madre
ya había hecho de mamá con mis tres hermanos mayores. Así pues, a muy temprana
edad aprendí a arreglármelas solo y me especialicé en esfumarme y no ser visto.”
Igual que los Nueve, los Cinco
tienen dificultad para conservar su sentido de identidad y hacer valer sus
necesidades cuando están relacionados con otros. Pero a diferencia de los Nueve, intentan recuperar sus
prioridades y el sentido de identidad evitando a las personas.
Estar en compañía de otros les
ofusca la claridad mental y les parece un esfuerzo, aun cuando disfruten. Por
ese motivo, los Cinco de la franja media llegan a considerar agotadoras las relaciones
muy personales. Creen que la otra persona desea una reacción o una respuesta
que ellos son incapaces de dar.
Mark es muy sincero en este tema: “A
veces es difícil tratar con personas, y siempre lo es tratar con personas que
tienen expectativas. Nunca ha sido mi punto fuerte hablar, actuar, vestirme,
comportarme y reaccionar de un modo apropiado (es decir, satisfacer las
expectativas sociales), y eso desconcierta mucho a mi mujer. Hay que hacer un
esfuerzo para lograr la aceptación social, y ante eso yo me pregunto: «¿Para
qué intentarlo?».”
En realidad, podrían tener un
inmenso depósito de sentimientos, pero enterrados bien al fondo y
deliberadamente sin explotar. De hecho, evitan muchas relaciones para que esos sentimientos
no los avasallen. Muchos rehuirán también a las personas que tratan de ayudarlos
(ser rescatados pone el acento en su impotencia e incompetencia, y eso
refuerza su miedo básico). Esto ocurre sobre todo si la persona salvadora da
muestras de tener algún motivo oculto o es manipuladora de alguna forma. Los
Cinco se sienten incapaces de arreglárselas con sus necesidades, y con mayor
razón con las necesidades no reconocidas de otra persona.
LAS RAÍCES DEL AISLAMIENTO
En tu diario de trabajo interior anota tus observaciones sobre el
aislamiento. ¿Qué tipos de situaciones te mantienen al margen emocionalmente?
¿Cuáles son tus actitudes hacia las personas en esas ocasiones? ¿Hacia la vida
social? ¿Hacia ti? ¿Recuerdas algún incidente de tu infancia que pudiera haber
reforzado en ti esa tendencia? ¿Te sentías abrumado por las necesidades de
otras personas o importunado por sus intrusiones? La próxima vez que estés con
personas, procura observarte en el momento en que te marginas emocionalmente o
te sientes aislado. ¿Qué necesitarías para relacionarte sin perder tu sentido
de finalidad?
REDUCIR LAS NECESIDADES:
CONVERTIRSE EN «MENTE SIN CUERPO»
«No necesito mucho, pero sí necesito
mi espacio.»
Los tipos de la triada del
pensamiento intentan compensar la pérdida de su orientación interior inventándose
estrategias. La estrategia de los Cinco es ir por la vida sin pedir
mucho de ella, esperando que a cambio los demás no pidan mucho de ellos (suelen
creer, inconscientemente, que no tienen mucho para ofrecer a los demás).
Intentan mantener su independencia reduciendo al mínimo sus necesidades. Sus
comodidades personales podrían rayar en lo primitivo.
Viven como «mentes sin cuerpo»,
obsesionados por sus teorías y visiones.
Morgan, el compositor de canciones,
habla sobre el minimalismo de su tipo: “Llevaba varios meses viviendo en mi
apartamento cuando me compré un futón; antes dormía en un colchón inflable o
simplemente en el suelo. Durante años casi no tuve muebles, aparte de las
estanterías que había conseguido para poner mis libros y elepés.
Creo que algunos me tenían lástima,
y me traían muebles viejos, que yo aceptaba feliz.
Nada hacía juego, pero a mí no me
importaba. Vivía en mi cabeza, el apartamento era simplemente el lugar donde
comía y dormía.”
PERMANECER CONECTADO
Los Cinco necesitan entrar en sus
cuerpos. Actividades como el yoga, las artes marciales, el ejercicio, correr,
hacer deporte o simplemente una buena caminata vigorosa, les iría muy bien para
reconectar con su presencia física y emocional.
Elige una actividad que puedas hacer
regularmente. En tu diario de trabajo interior anota la actividad elegida.
Escribe también un compromiso o una promesa, indicando cuántas veces a la
semana la vas a hacer, fírmala y léela de tanto en tanto. Deja espacio para
escribir comentarios sobre tus experiencias con esa actividad y sobre qué ocurre
en ti a medida que estás más conectado.
¿Qué sentimientos experimentas
cuando no cumples tu compromiso? ¿Qué le ocurre a tu sentido de ti mismo cuando
lo haces? ¿Cómo influye esa actividad en tu pensamiento?
Los Cinco de la franja media se
vuelven distraídos y se van apartando paulatinamente no sólo de las personas
sino también de sus cuerpos. Se ponen muy tensos y comienzan a hacer caso omiso
de sus necesidades físicas y emocionales. Es posible que se pasen toda la noche
trabajando en el ordenador, comiendo sólo caramelos y bebiendo soda; cuando
salen se dan cuenta de que han olvidado dónde dejaron las llaves o las gafas.
Esta distracción no es como el estar en la luna de los Nueve, sino el resultado
de una mayor agitación e inquietud mental, una corriente de energía nerviosa
que les inunda la mente.
En esta fase los Cinco son también
muy reservados respecto a sus actividades. Podrían parecer amigables y
conversadores con amigos o seres queridos mientras, al mismo tiempo, se guardan
para sí aspectos enteros de su vida de los cuales sus íntimos no saben
absolutamente nada. Compartimentando sus relaciones, reduciendo al mínimo sus
necesidades y manteniendo en secreto algunas de sus actividades, esperan
conservar su independencia y continuar con sus proyectos sin estorbos.
PERDERSE EN LA ESPECULACIÓN Y EN
REALIDADES ALTERNATIVAS
«¿Y si...?»
Tras crearse un mundo interior en el
que buscan refugio de las inseguridades de la vida exterior, los Cinco de la
franja media tienden a obsesionarse con él. Especulan sobre diversas ideas
posibles, las enriquecen con detalles de complejos mundos fantásticos o
desarrollan teorías inteligentes y convincentes, porque su pensamiento se
dirige más a mantener a raya sus problemas prácticos y emocionales que a
explorar o crear realmente.
En la medida en que han sido heridos
en su capacidad para sentirse fuertes y competentes, necesitan pasar tiempo
ocupados en fantasías de poder y dominio. Podrían sentirse atraídos por juegos
de ordenador o de tablero basados en temas de conquista, monstruos guerreros, dominio
del mundo y elementos tecno-eróticos de sadismo y poder.
Jeff es un diseñador de programas
informáticos que conoce bien este territorio. “Solía jugar a juegos de
estrategia muy complicados. Los hay de todo tipo de temas, aunque la mayoría
son de diferentes batallas o guerras. Me llevaba días entender las reglas y
después casi nunca lograba encontrar a alguien a quien le interesara jugar. A veces
jugaba solo. Y cuando aparecieron las versiones para ordenador, ¡bueno!, ya no tenía
que depender de nadie. Se tarda muchas horas en terminar esos juegos, pero su atractivo
está en los detalles y en la sensación de ganar una batalla o construir una ciudad
o lo que sea. Uno sale de ellos fantaseando con soldados que marchan sobre una
ciudad y vencen al enemigo. Estaba enganchado a esos juegos, hasta que comprendí
que me absorbían demasiado tiempo y que mejor estaría aplicando esa energía y
esa estrategia a mi vida real.”
Los Cinco insanos podrían quedarse
atrapados en extrañas «realidades» totalmente de su invención, como soñadores
cautivos en pesadillas de las que no pueden despertar.
ANSIEDADES INCONSCIENTES Y
PENSAMIENTOS ATERRADORES
Por extraño que parezca, los Cinco
piensan muchísimo en las cosas que encuentran más aterradoras. Incluso harían
carrera si estudiaran o crearan obras de arte con cosas que los aterran. Un
Cinco temeroso de la enfermedad podría convertirse en patólogo; otro que sufrió
de «monstruos bajo la cama» en su infancia podría en su edad adulta ser
escritor o director de cine de ciencia ficción.
Rich, ahora escritor de temas
psicológicos, recuerda cómo superó algunos de sus primeros terrores: “Antes de
que entrara en el parvulario, unos chicos mayores me llevaron un sábado a ver
una película en la sesión de la tarde. La película era de vikingos, y muy
sangrienta, al menos para un niño de mi edad. Llegué a casa muy perturbado;
durante un tiempo me aterraba ver sangre y tenía muchísimas pesadillas con
sangre. Pero después, deseaba ir a todas las películas de terror que ponían;
monstruos, dinosaurios, alienígenas y destrucción en masa eran mis temas
predilectos. Siempre quería ver más.”
EQUILIBRAR LOS MUNDOS INTERIOR Y
EXTERIOR
Fantasear, teorizar y especular
resultan pasatiempos muy agradables, pero aprende a evaluar sinceramente cuándo
lo haces para evitar problemas más preocupantes de tu vida real.
¿Cuántas horas al día dedicas a esas
actividades? ¿Qué cosas podrías hacer si redujeras el tiempo que inviertes en
actividades mentales?
Tratan de dominar el miedo centrando
los pensamientos en lo que les asusta, no en los sentimientos que esto les
inspira. Pero no pueden evitar del todo el efecto emocional de esas ideas, con
la consecuencia de que tanto consciente como inconscientemente se llenan la
mente de imágenes perturbadoras. Con el tiempo, estos sentimientos escindidos
podrían volver a atormentarlos en sus sueños y
fantasías y de otros modos inesperados. Esto les resulta particular-mente penoso
a los Cinco de la franja media, porque creen que sus pensamientos son el único
aspecto de la realidad del que se pueden fiar del todo. Que justamente sus
pensamientos se descontrolen o sean aterradores hace que eviten aún más actividades,
en este caso las que podrían desencadenar asociaciones terribles. Si antes les gustaba
la astronomía, por ejemplo, podrían empezar a sentir miedo de salir por la
noche: el vacío del firmamento los altera totalmente.
Jane, directora de arte y escultora,
recuerda con nitidez una experiencia:
“Alrededor de los siete años me
interesaba muchísimo estudiar el cuerpo humano. Me encantaba leer acerca de los
órganos internos y mirarlos en las transparencias de la enciclopedia de
casa-También comencé a leer libros y artículos sobre salud y enfermedad.
Recuerdo un día de verano en que leí
un artículo sobre el cáncer de pulmón causado por el tabaco en el Reader's
Digest. Hablaba de personas hospitalizadas, con traqueotomías, pulmones de
acero y otras formas de cirugía radical. Me quedé pasmada. De pronto, a los
siete años, comprendí qué era la muerte, y no era como me la habían explicado
mis padres. No podía dejar de pensar en eso. Me puse taciturna y dejé de comer:
todo el mundo se iba a morir. Por la noche me quedaba despierta pensando cómo
sería la muerte y si de verdad existiría un Dios; debo decir que cuanto más lo
pensaba más lo dudaba. Incluso me dio por mirar animales muertos. Esto continuó
así varios años. Supongo que al cabo de un tiempo sencillamente me acostumbré a
la idea.”
INQUIETAR A LOS DEMÁS
Cuando te sorprendas entrando en debates o te notes nervioso por algo,
observa qué sientes en el cuerpo. ¿Qué importancia tiene el argumento que
quieres transmitir? ¿Qué efecto deseas producir en la otra persona? ¿Qué
motivos o creencias le atribuyes a la persona? ¿De qué tienes miedo?
TENDENCIA A DISCUTIR, NIHILISMO Y
EXTREMISMO
«Es increíble lo idiota que puede
ser gente.»
Todos los tipos tienen formas de
agresividad. Dado que para los Cinco sus ideas son prácticamente la única
fuente de seguridad que tienen, las proponen y defienden con pasión, incluso en
el caso de que ellos mismos no crean en la posición que defienden.
Los Cinco de las franjas media a
inferior son antagónicos hacia cualquier persona o cosa que se oponga a o
amenace su mundo interior y su visión personal. Les ofende la aparente paz mental
de los demás y disfrutan trastocando y minando sus creencias; son capaces de
ofender, provocar o escandalizar a los demás con opiniones intencionadamente
extremas. Esos Cinco desean ahuyentar a las personas con el fin de que los
dejen en paz para dedicarse a sus intereses, y para sentirse intelectualmente
superiores rechazando la «estupidez» y «ceguera» de los otros. Lejos ya de ser
pensadores esmerados, saltan a conclusiones e imponen su interpretación extrema
de la realidad. Si los demás no están de acuerdo, suelen reaccionar de modo
desagradable y cáustico. Si continúan con ese comportamiento, podrían tener
éxito en apartar de su vida a todas las personas.
Si son incapaces de encontrar un
espacio propio, podrían caer rápidamente en una escéptica apatía, perdiendo la
fe en sí mismos y en la condición humana. De todos los tipos, los Cinco son los
más propensos a la sensación de que nada tiene sentido, y muchos se vuelven muy
escépticos respecto a las fuerzas benévolas del universo.
REACCIÓN AL ESTRÉS: EL CINCO VA AL
SIETE
Los Cinco intentan manejar el estrés
estrechando cada vez más su centro de atención y retirándose al refugio de sus
pensamientos. Cuando este método no logra calmarles la ansiedad, podrían ir al
Siete y reaccionar contra el aislamiento lanzándose impulsivamente a la
realización de actividades. Se tornan inquietos y agitados, la mente se les
acelera y se sienten impulsados a distraerse de sus crecientes temores. Además,
las ansias de encontrar un espacio propio, podría desorganizarlos en sus
afanes. Igual que los Siete de la franja media, pasan de una actividad a otra,
de una idea a otra, pero no son capaces de encontrar o conectar con nada que
los satisfaga.
Después de desconectarse de sus
necesidades, sobre todo las sensoriales y afectivas, los Cinco que pasan al
Siete se expresan buscando estímulos y experiencias sin discriminación. Por lo general,
estas distracciones tienen poco que ver con sus proyectos profesionales;
podrían dedicarse a ver películas, a darse atracones de bebida o drogas o hacer
escapadas sexuales.
Podrían comenzar a frecuentar a
escondidas bares, clubes de diversión u otros lugares más extraños e insólitos
que sorprenderían a los que creen conocerlos, si los descubrieran.
Cuando el estrés es extremo, se
defienden de sus ansiedades poniéndose agresivos e insensibles en su búsqueda
de lo que creen que desean en esos momentos, como los Siete menos sanos. Tal
vez busquen solaz en el consumo abusivo de sustancias de diferentes tipos.
LA BANDERA ROJA: EL CINCO EN DIFICULTADES
Si la persona tipo Cinco ha sufrido
una crisis grave sin contar con un buen apoyo o recursos de compensación, o si
en su infancia sufrió malos tratos constantes, podría atravesar el punto de
choque y entrar en los aspectos insanos de su tipo. Es posible que esto la
conduzca al horrible reconocimiento de que los proyectos en que ha estado
trabajando y el estilo de vida que se ha creado en realidad le impiden
encontrar un verdadero espacio propio.
Si logra reconocer la verdad de
estos temores, podría comenzar a cambiar su vida y avanzar hacia la salud y la
liberación. Pero también es posible que intente cortar toda conexión con los demás,
que dé la espalda al mundo para aislarse más aún y evitar las «intromisiones»;
así seguiría su tren de pensamientos hasta una «conclusión lógica», por lo
general negra y autodestructiva («¡Al diablo todos! No volverán a herirme»).
Claro que ese retiro sólo puede minarle las pocas hebras de seguridad que
todavía le quedan. Si persiste en esta actitud, pasaría a los niveles insanos.
Si en ti o en alguna persona conocida observas las señales de alarma del cuadro
durante un periodo di tiempo prolongado (más de unas cuantas semanas), es muy
aconsejable buscar orientación, terapia u otro tipo de ayuda y apoyo.
SEÑALES DE ALARMA: PATOLOGÍAS POSIBLES:
Trastornos esquizoide, esquizotípico
y de personalidad evasiva, crisis psicóticas, disociación, depresión y
suicidio.
► Mayor tendencia al aislamiento.
► Descuido físico permanente,
abandono.
► Insomnio grave crónico,
pesadillas, trastornos del sueño.
► Creciente excentricidad, pérdida
de interés en los recursos sociales.
► Rechazo a la ayuda e incluso
hostilidad hacia ella.
► Percepciones deformadas,
alucinaciones.
► Hablar de suicidio.
PRACTICAS QUE CONTRIBUYEN AL
DESARROLLO DEL CINCO
► Ten presente que tu mente está más clara y es más potente cuando está
callada. Dedica tiempo a cultivar ese silencio en ti y no lo confundas con la
insistencia en que tu mundo externo esté en silencio. Aprende más bien a
observar tus incesantes comentarios interiores sobre todas tus experiencias.
¿Qué surge cuando simplemente observas una impresión del momento sin conectarla
con lo que crees que ya sabes? Estar conectado con tus sensaciones físicas te
servirá muchísimo para acallar tu mente.
► ¡Usa el cuerpo! De todos los tipos, probablemente crees que eres el
único que casi podrías funcionar sin cuerpo, y te resulta fácil pasar muchas
horas en el ordenador, leyendo o escuchando música. Si bien estas actividades
no tienen nada malo, tu equilibrio exige más ejercicio, más actividad física.
Prueba a correr, hacer yoga, bailar, practicar artes marciales, hacer
ejercicio, incluso dar un paseo. Cuando tu cuerpo está despierto y te fluye la
sangre, tienes la mente más aguda y dispones de más recursos internos.
► Haz el esfuerzo de acercarte a otras personas, sobre todo cuando te
sientas vulnerable y temeroso. Siendo Cinco, te han condicionado a no esperar
apoyo de nadie, ni siquiera a sospechar que podrías recibir ayuda. Pero es
probable que esa creencia no sea aplicable a tu situación actual, de modo que
usa tu inteligencia para ver quién puede ser estable y permanecer a tu lado
cuando tienes problemas. Habla; haz saber tus necesidades y es posible que te
sorprendas. Tu tendencia a aislarte sólo te hunde más en tu propia trampa.
► Piensa detenidamente en los aspectos que debilitan más tu seguridad en
ti mismo.
Aprender más geografía no te servirá si te sientes débil físicamente;
hacer ejercicios, sí.
Componer otra canción no hará mucho por ti si en realidad te preocupa
conocer personas.
Puedes continuar trabajando en los proyectos que te interesan, pero te
será muy útil explorar más directamente algunos de los aspectos de tu vida de
los que te has desconectado.
► Arriésgate a sentir tu pena o aflicción. La mayoría de los Cinco desconectan
su percepción del dolor y las heridas, sobre todo de la sensación de fracaso.
Sabes qué se siente cuando se acercan a la superficie; no te los tragues. En un
lugar apropiado en que te sientas seguro, permítete percibir tu corazón y los
sentimientos que están encerrados allí. Esto sería aún más potente si lo
hicieras con un testigo: un amigo, tu terapeuta, cualquier persona en la que confíes.
Pídele que no te dé ánimos, sino simplemente que esté allí como testigo de tu
dolor y tus dificultades.
► Cuando estés más equilibrado y más presente en tu cuerpo, permite que
te afecten tus impresiones de los demás y del mundo que te rodea: deja entrar
al mundo. No te vas a perder, vas a ganar el mundo. Eso te dará la sensación de
seguridad y bienestar que estás buscando, y de paso te ofrecerá muchas
percepciones nuevas. Simplemente, acuérdate de no encerrarte en tus reflexiones
sobre esas percepciones y de volver al planeta Tierra. Esta es tu vida, recuérdalo: no eres una abstracción, y tu
presencia aquí importa.
APROVECHAMIENTO Y DESARROLLO DE LAS
FUERZAS DEL CINCO
“Si la amas lo suficiente, cualquier
cosa te hablará.” GEORGE
WASHINGTON CARVER
Entre las aportaciones de los Cinco
al mundo están una enorme percepción y una gran comprensión, además de
su pericia en ciertas cosas. La comprensión permite a los Cinco sanos
abarcar muchos puntos de vista al mismo tiempo, entender el todo y sus partes;
son capaces de considerar muchas perspectivas diferentes sin aferrarse a
ninguna, y de determinar qué modo de afrontar un problema es el más útil
en cualquier conjunto de circunstancias.
Son extraordinariamente observadores
y perceptivos; son sensibles a su entorno, y perciben los cambios o
discrepancias sutiles que otros tienden a ¡usar por alto. Muchos parecen tener uno
o dos de sus sentidos más desarrollados de lo normal. Una persona Cinco tal vez
tenga una mayor agudeza visual para distinguir los colores, mientras que otra
disfrutará de una mayor agudeza auditiva para reconocer fácilmente ritmos y
notas.
Los Cinco no pierden su curiosidad
infantil; continúan haciendo preguntas del estilo «¿Por qué el cielo es azul?»
o «¿Por qué las cosas caen y no suben?». No dan nada por sentado; si desean
saber qué hay bajo una roca, cogen una pala, cavan bajo la roca y echan un buen
vistazo. Al parecer, también poseen una extraordinaria capacidad para
concentrarse y centrar la atención, y eso durante largos periodos de tiempo.
Además, tienen mucha paciencia para explorar lo que cautiva su atención. La
capacidad de centrarse y la paciencia les dan la capacidad para perseverar en
sus proyectos hasta extraer toda la riqueza de ellos.
Dada su curiosidad e imparcialidad,
los Cinco sanos son muy innovadores e inventivos. La capacidad para explorar y
jugar con las ideas puede producir obras y descubrimientos originales,
prácticos y valiosos, desde modelos para la ciencia y la medicina o
sorprendentes logros en las artes a nuevas formas de almacenar cajas viejas en
un garaje; no contento con escuchar un violonchelo, un Cinco podría grabar un
trozo de música para chelo y luego escuchar la cinta hacia atrás, alterando al
mismo tiempo la tonalidad. Cuando tienen orientación científica hacen
descubrimientos justamente porque les interesan las excepciones a las
reglas. Centran la atención en los aspectos en que se quebrantan las reglas
o en pequeñas incongruencias que los demás consideran sin importancia.
Les encanta comentar sus
descubrimientos, y suelen presentar sus observaciones de las contradicciones de
la vida con un fantasioso sentido del humor; siempre les divierte, y horroriza,
el despliegue de rarezas de la vida, y esto lo comunican a los demás cambiando ligeramente
el cuadro para dejar al descubierto absurdos que antes eran invisibles, Les encanta
jugar y dar vueltas a las cosas, lo que podría expresarse en humor negro y
juegos de palabras; hay en ellos un no se qué de duende, vivaz y travieso. Les
gusta provocar a la gente para que piense con más profundidad acerca de la
vida, y el humor suele ofrecerles una excelente manera de comunicar ideas que
de otro modo podrían parecer amenazadoras.
EL CAMINO DE LA INTEGRACIÓN: EL
CINCO VA AL OCHO
Los Cinco se realizan y se mantienen
sanos aprendiendo a recuperar, y ocupar, su presencia física y su energía
instintiva, al modo de los Ocho sanos Esto se debe a que la seguridad en uno
mismo, la sensación de estar completo, de ser fuerte y capaz, nace de la
energía instintiva del cuerpo, no de estructuras mentales. Así pues, los Cinco
en proceso de integración crecen saliendo de sus cabezas y entrando en contacto
de una manera más sentida con su vitalidad y su físico.
Conectar más con la vida del cuerpo
suele producirles una intensa ansiedad; creen que perderán su única defensa: el
refugio de su mente. La mente les parece segura, digna de confianza e
impugnable; sienten el cuerpo débil, vulnerable, indigno de confianza. Además,
el mayor contacto con el cuerpo deja aflorar a la conciencia los potentes
sentimientos de aflicción y pena por su aislamiento. Sin embargo, sólo
permaneciendo conectados con el cuerpo pueden sentir el apoyo interior para
procesar esos sentimientos tanto tiempo reprimidos.
A medida que aprenden a permanecer
con sus energías instintivas, comienzan a participar más plenamente en sus
mundos y a aplicar sus conocimientos y habilidades a problemas prácticos inmediatos.
En lugar de eludir la responsabilidad apartándose de los demás, los Cinco en proceso
de integración se sienten capaces de asumir retos importantes y adoptan papeles
de líder. Los demás intuyen que buscan soluciones positivas des-interesadamente
y por lo tanto se reúnen alrededor de ellos para apoyarlos en sus proyectos.
Uniéndose al mundo real, no pierden sus capacidades mentales ni la maestría que
cultivaron en soledad; lo que hacen es aprovechar esos dones de modo estratégico
y constructivo, como los Ocho muy funcionales.
Sin embargo, no se benefician mucho
tratando de imitar las cualidades de los Ocho de la franja media. Centrar la
atención en protegerse, desconectarse de su vulnerabilidad e interpretar las
relaciones como enfrentamientos los ayudará muy poco a superar sus reservas y la
sensación de aislamiento social. Pero cuando empiezan a experimentar y trabajar
en su identificación con la mente, saldrán a la luz de forma natural la fuerza,
la voluntad y la seguridad en sí mismos, que son los puntos positivos de los
Ocho sanos.
TRANSFORMAR LA PERSONALIDAD EN
ESENCIA
“En la trastienda de nuestro
cerebro, por así decirlo, hay una llamarada o una explosión de asombro ante
nuestra existencia. La finalidad de la vida artística y espiritual es ahondar
en busca de este sol naciente de admiración.” G. K. CHESTERTON
Cuando estamos verdaderamente
presentes ante la vida, cuando estamos relajados y dentro de nuestros cuerpos,
comenzamos a experimentar un conocimiento, una orientación interior.
Vamos exactamente hacia lo que
necesitamos saber, y nuestras decisiones u opciones nacen de esa sabiduría
interior. Pero cuando perdemos la conexión con la presencia de la que nace esa orientación
esencial, la personalidad asume el mando y trata de decidir que hacer.
La «equivocación» que cometen los
Cinco es identificarse no con sus experiencias, sino con las observaciones
que hacen de ellas. Son el tipo de personas que intentan aprender a bailar
observando desde fuera de la pista cómo se baila («Vamos a ver, la chica da
dos pasos a la izquierda, da un puntapié al aire y hace un giro rápido;
entonces el chico la gira hacia el otro lado con una especie de tirón»).
Es posible que al final aprendan, pero cuando lo tengan por la mano el
baile ya habrá acabado.
Este mismo dilema lo enfrentan toda
su vida: tratan de entender cómo vivir la vida sin vivirla en realidad. Pero
cuando están presentes y conectados, son capaces de saber exactamente qué necesitan
saber y cuándo. La respuesta a una pregunta no sale de un cerebro parlanchín
sino de una mente clara, sintonizada con la realidad. La percepción o el
conocimiento surgen de forma espontánea en el momento que lo precisan las
circunstancias individuales. Así pues, si los Cinco abandonan una determinada
imagen propia, la de que están al margen del entorno, como simples moscas en
una pared, y comienzan a meterse en la realidad, recuperan su verdadera
orientación interior y sus recursos. Ya liberados, saben que no hay por qué
tener miedo a la realidad porque forman parte de ella.
Además, sus percepciones adquieren
una nueva inmediatez, y son capaces de comprender sus experiencias sin los
habituales comentarios mentales. Les infunde respeto la majestad de la realidad,
con la mente clara y confiando en el Universo. Einstein dijo una vez: «La única
pregunta que vale la pena hacer es: "¿Es amigo el Universo"?». Los
Cinco liberados tienen una respuesta a esa pregunta. Están embelesados por lo
que ven, no asustados de muerte, y se convierten en verdaderos visionarios,
capaces de producir cambios revolucionarios en su campo de actividad.
EL SURGIR DE LA ESENCIA
El deseo de conocimiento y maestría
de los Cinco es el intento de la personalidad de recrear una cualidad de la
esencia que podríamos llamar claridad o conocimiento interior. Con
la claridad viene la cualidad esencial de la objetividad, que no es represión
ni separación emocional, sino la no identificación con determinados puntos de
vista. Los Cinco entienden que cualquier postura o idea sólo es útil en un
conjunto limitado de circunstancias, tal vez solamente en el conjunto único de
circunstancias de la que surgió. La orientación interior les permite pasar
Huidamente de una forma de ver las cosas a otra sin anclarse en ninguna de ellas.
Los Cinco liberados recuerdan el
espacio y la claridad de la mente divina, lo que los budistas llaman Sunyata o
«el vacío brillante», la silenciosa e ininterrumpida vastedad de la que surge todo,
incluidos el conocimiento y la creatividad. Anhelan volver a experimentar el
vacío porque en otro tiempo fue su hogar, como fue (según la perspectiva
budista) el origen de todos y de todo lo que existe en el mundo. Pero es
preciso entender bien ese anhelo por volver al vacío, porque no es el vacío del
olvido, sino el «vacío» de un vaso de agua pura o el de un cielo azul perfecto:
todo lo demás es posible gracias a su vacío. En ese estado, liberados de la creencia
de que están separados de todos y de todo, experimentan directamente su
conexión con todo lo que los rodea.
Además, esto no significa que el
vacío y la objetividad eliminen sus sentimientos. Por el contrario, pueden
conmoverse profundamente por una puesta de sol, o al sentir la brisa o ante la
belleza de un rostro humano. Son libres para sentir y experimentar todo, a la
vez que reconocen que todo lo que contemplan es temporal, un regalo pasajero de
un Universo de abundancia infinita. Al ver con más profundidad la verdad de la
condición humana, sienten una inmensa compasión por los sufrimientos de los
demás y están dispuestos a compartir con otros no sólo la riqueza de sus
mentes, sino también las profundidades de sus corazones.
Del Libro “La sabiduría del
Eneagrama” de Rizo – Hudson.
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