LA HISTORIA
El
modelo del Eneagrama es intrínseco al misticismo sufi, en el que se aplica para
cartografiar procesos cosmológicos y el desarrollo de la consciencia humana. En
su globalidad el sistema constituye una enseñanza muy articulada, paralela al
Árbol de la Vida de la Cabala, y que de hecho coincide de varias formas con el
árbol. (3) El paralelismo es interesante puesto que el Eneagrama describe el
mismo terreno que las antiguas enseñanzas cabalísticas, pero parece carecer de
documentación escrita. No existe traducción de comentario alguno en el
misticismo islámico, pero el sistema es un modelo de la premisa mística de que
la humanidad está en el proceso de evolucionar a una forma más elevada de
consciencia. Lo que en Occidente conocemos del Eneagrama tiene su origen en George Ivanovich Gurdjieff, un maestro
espiritual de un gran magnetismo personal, que situó al Eneagrama como una
técnica de las enseñanzas orales sufís que utilizaba para reconocer las
actitudes de sus discípulos para distintos tipos de trabajo interior. Existe
una extensa literatura acerca del trabajo de Gurdjieff que incluye muchas
referencias al sistema, pero sin
detalles de como utilizar el diagrama para ver el potencial de las personas, o
qué clase de información le proporcionaba.
Los
discípulos de Gurdjieff trabajaron con las propiedades matemáticas del Eneagrama,
pero la mayor parte de lo que aprendieron fue transmitido mediante ejercicios
de movimientos no-verbales diseñados para enseñarles a sentir las etapas por
las que atraviesan los diferentes procesos desde su inicio hasta su expresión
en el mundo material. Los movimientos constituyen una serie de impresionantes
series de danzas ejecutadas por grandes grupos. Están diseñadas para mostrar
rasgos no aparentes del proceso, o sea que el ritmo de un proceso puede
experimentarse a través del cuerpo físico y que es posible reconocer los
momentos en que necesitamos "sacudidas" oportunas o una nueva
información para mantener un proceso vivo. Gurdjieff intentó inculcar a sus
discípulos que el Eneagrama fuera experimentado como un modelo en movimiento
perpetuo.
En el Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre
había una estrella de nueve puntas dibujada en el suelo. Los discípulos se
situaban en los puntos del círculo marcados de Uno a Nueve y realizaban
sofisticados patrones de movimiento que mostraban las distintas relaciones
entre los puntos y a lo largo de las líneas internas
Uno-Cuatro-Dos-Ocho-Cinco-Siete. Existen informes de discípulos que explican
como se experimentan los ritmos internos y los movimientos naturales de pausa y
reordenación, fruto de la danza de las relaciones entre los puntos y las
líneas.
Describen
el reconocimiento corporal que se produce cuando la atención se desvía del
pensamiento y la persona se encuentra completamente absorta en los movimientos
corporales de la danza.
En
vida de Gurdjieff no se escribió nada acerca del Eneagrama de la personalidad,
y la escuela que prosiguió con sus enseñanzas se inclinó a considerar que las
preocupaciones sobre la personalidad debían dejarse a un lado en el proceso
hacia un; consciencia superior, en lugar de utilizarse como fuente de
información de cómo alcanzar dichos estados mentales. Partiendo de la idea de
que nuestra personalidad particular representa un aspecto relativamente poco
desarrollado de la gama del potencial humano, las escuelas se centraron en los
ejercicios de movimiento no verbal y en las prácticas de atención de Gurdjieff
(denominados autoobservación y autore- memoración) como un camino correcto a la
vía interior. (5) Las escuelas vieron probablemente confirmado este punto de
vista por la insistencia puesta por los maestros originales en que el sistema
sufi de personalidad solo podía aplicarlo con éxito "uno que sabe."
El
conocimiento del Eneagrama se ha preservado en secreto a lo largo de mucho
tiempo, y lo que hoy, por así decir, se ha dado a conocer es solo una forma
teórica e incompleta de la que nadie puede extraer un uso práctico sin
instrucciones de un hombre de conocimiento.
Evidentemente,
puede que las escuelas no tuvieran acceso a la media exacta de los nueve tipos
de la personalidad del diagrama del Eneagrama, o que el estado del arte del
diagnóstico psicológico de esa época no estuviera en concordancia con lo que
sugerían los diagramas. El modo en que Gurdjieff hace referencia al sistema,
así como las respuestas a las preguntas directas de sus discípulos sobre las
relaciones entre el Eneagrama y los tipos de caracteres, indican que se
guardaba información al considerar que sus discípulos simplemente no la
hubieran aceptado.
Parece
ser que Gurdjieff estaba convencido que la gente de su época no estaba
preparada para identificar correctamente sus propios hábitos internos. Aunque
sus discípulos trabajaban con la autoobservación, en época de Gurdjieff la
teoría del inconsciente de Freud apenas comenzaba a extenderse por Europa, y
los alumnos no poseían la sofistificación que hoy damos por hecho. El concepto
de que por regla general estamos "dormidos" a nuestras propias
motivaciones, y que nuestras percepciones están distorsionadas por mecanismos
de defensa psicológicos, fue para sus discípulos una gran introspección. Además
de trabajar minuciosamente con las prácticas, al carecer deconocimiento
psicológico, lo hacían con una fe ciega en que el maestro les podía introducir
en algo.
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