Morir, No-Ser y el Vacío

Enfocándonos un poco en el eneagrama al hablar del No-Ser o dejar de existir: Morir, tal vez pudiéramos estar refiriéndonos simplemente a soltar las amarras del ego, el dejar de IDENTIFICARNOS CON EL, en cierto nivel, tal vez eso es lo que metafórica y simbólicamente significa la muerte. Muerte en el sentido de ir más allá de todo aquello que sé, que poseo y que hago... incluidos por supuesto sentimientos, emociones y pensamientos. 

¿Qué queda cuando no me identifico con mis emociones, pensamientos y sentimientos y ni siquiera con mi cuerpo físico?

Pareciera ser que la mayoría de los autores menciona el No-SER, Vacío, Muerte, la NADA  por conveniencia. Para que no exista dentro de nosotros una imagen que la mente pueda relacionar con algo preconcebido... y de esta forma la experiencia de lo nuevo no sea llevada al terreno de lo ya conocido... al pasado, al sistema arraigado de creencias cristalizadas... Y es que realmente al ego le cuesta mucho dejar de existir, dejar de ser: morir... que no haya nada... en realidad en la muerte hay vida, en el No-Ser está el Ser, el vacío está Lleno y la Nada es Todo.

Cuando uno deja de identificarse con su patrón de conducta habitual, es decir, muere a lo viejo y está presente Aquí y Ahora, cada situación es nueva, fresca y puede actuar con flexibilidad, creatividad, inocencia y hacer lo que corresponde en un momento dado dependiendo de lo que la situación demande. Entonces al morir, no es que me vuelva "lerdo", lento y que ya no pueda actuar, comer, hacer el amor, trabajar, ganarme el sustento, atender a mis hijos, hablar por teléfono, ver la TV. No. Es al contrario, puedo hacer eso y muchísimo más, me encuentro con una concepción mucho más profunda y abarcativa del mundo y de mi realidad actual y con la capacidad para afrontar y resolver mi vida con mucha más flexibilidad, creatividad, frescura y eficiencia.

Esto podríamos llamarlo: "Espiritualidad practica"

O de otra forma: "Optimización de talentos y capacidades en la resolución de conflictos"

Podemos llamarle de mil maneras distintas... aunque en realidad hay que ir más allá de las "etiquetas"... a fin de cuentas se trata simplemente de un estado de presencia, un estar en el Aquí y Ahora... En vivir y saborear intensamente la experiencia, eso simple y llanamente es VIVIR... y no existe una vida exenta de "problemas" pero si formas nuevas de encararlos y resolverlos... 

No se trata de estar viendo colorcitos y lucecitas raras todo el día y recitando el omm todo el tiempo, sino de ser receptivo a la vida y participar comprometidos de ella en todo lo que diariamente hacemos. Se trata de tener a nuestra disposición toda una gama de capacidades y posibilidades -que el eneagrama enumera perfectamente- para actuar de maneras más flexibles y espontáneas, autorregulándonos organísmicamente y creciendo equilibrados en el plano emocional, sentimental y cognitivo.